9 dic 2007

¿PAPA, QUE DIABLOS HAGO AQUI?: EL MUNDO DE VALENTINA I

¿PAPA, QUE DIABLOS HAGO AQUÍ?
Jorge Luis Borges, el gran escritor argentino, dijo alguna vez que la vida, en el fondo, no era más que una larga conversación. Una conversación con los otros y una interminable conversación con uno mismo.

Este es el primero de una serie de encuentros con Valentina, una niña preguntona e inteligente que nos acompañara en este recorrido por los vericuetos de la curiosidad. Valentina representa el futuro que todos estamos empezando a construir. Valentina es el símbolo del nuevo país que todos estamos construyendo.

Por: Eliecer Arenas Monsalve

(Publicado con algunas variantes, en los Módulos del Bachillerato con Enfasis en Administración del Poder Público- Min Educación-UPN-ESAB-UNAD. 2006)


Valentina : Papá, me siento un poco rara.

Papa : Por que, Valentina ?

V : No sé, porque no estoy acostumbrada a venir a un sitio como estos. Hacer parte de las lecturas que hagan quienes visiten el blog, me asusta un poco...

P : Es una gran responsabilidad, pero no puedes negar que también es un gran honor.

V : Papa, no logro entender es la razón por la que me trajeron aquí. Los escritores serios no acostumbran a presentarse ante la comunidad académica de una manera tan rara.

P : Tienes razón, lo que pasa es que no soy tan serio como parezco, ni me soy presentando ante la comunidad académica...hice este blog para la gente que me ha hecho el homenaje de su amistad y su conversación, especialmente para mis alumnos y mis amigos. Hay algunos vivos y entrañables y hay otros que escribieron hace muchos años y siguen áun más vivos por lo que representan para mí. Todos ellos son culpables de este esfuerzo. Lo cierto es que eso no es lo importante, lo que quiero decirte es que con mucha frecuencia no nos damos cuenta que los demás tienen muchas cosas que decir, y esta forma es la manera que he encontrado para hacerle frente a mi propia alteridad y la de los otros. Siempre me maravillo de la cantidad de cosas interesantes que dejamos de aprender por no sentarnos a conversar.

V : ¿Por eso me trajiste ? ¿No ?. Para poder conversar ? Para iniciar el OIDO QUE SEREMOS, pero en forma de conversación...

P : Tienes razón........Te invité precisamente para que conversemos. Casi siempre es más interesante lo que piensan dos que lo que piensa uno sólo. Me quieres ayudar ?

V :Claro,: somos un equipo, como dice mi mamá . ¿Papa ?

P : Ah ?

V : ¿De que vamos a hablar ?. ¿Creo que la gente está esperando que empecemos, no creo que se aguanten mucho rato sin entrar en materia, porque hasta ahora nuestra conversación no trata de nada.

P : Te equivocas Valentina, ya hemos comenzado la conversación...

V : Si!. Pero la conversación no tiene tema...estamos hablando simplemente de conversar. Oye, papá, espera. ¿Uno puede conversar acerca de las conversaciones?

P : Claro, uno puede estar conversando acerca de algo y luego hablar acerca de ese hablar. Decir por ejemplo : “no me gusta esta conversación porque no me dejas hablar”. En ese caso, una parte de la conversación, lo que acabo de decir, tiene un efecto sobre la totalidad de la conversación. Cambia la estructura de la conversación, es lo que llaman situarse en un meta-nivel.

V : A ver si entiendo : Tú y yo podemos estar conversando sobre algo y en un momento dado iniciar una conversación acerca de cómo estamos conversando. Si hacemos eso podemos darnos cuenta por ejemplo, del tono de la voz de uno y de otro, o si ambos hacemos uso de la palabra, o si uno no deja hablar al interlocutor o de los movimientos de manos que tu haces mientras hablas.

V : Papá, ¿porque hacemos eso ?

P : Por qué hacemos qué, Valentina ?

V : Por qué podemos hablar acerca de las conversaciones ?. Las personas para que hacemos eso ?

P : Esa es una buena pregunta. Vayamos por partes..Lo primero es que tienes razón. Sólo las personas podemos hacer eso. Es una de las cualidades que nos hace humanos. Max, tu viejo perro, por ejemplo, aun siendo muy inteligente, no puede pensar acerca de la vida que lleva, sólo responde a estímulos; por eso, quizás siempre está feliz. No tiene que preocuparse, como tú o como yo, o como los consejales y líderes de las comunidades, acerca de que quiere hacer cuando salga del colegio, o que va a pasar en el futuro, o cómo prepararse para la vida...... Max no tiene que pensar en estas cosas.........Esa cualidad, específicamente humana, se le llama introspección o AUTO-REFLEXIVIDAD y es uno de las atributos humanos más significativos e importantes. Nos permite tomar conciencia de nuestras acciones y evaluar su impacto en nosotros y en los demás.

V : Papá, la auto qué ?. Deberías prohibirte utilizar palabras raras en los este blog, me parece pedante...

P : Espérate un poco, no quiero que nos perdamos del tema. Este es un asunto realmente importante. Mi palabra : autoreflexividad, realmente no es una palabra rara, y no la digo para parecer sabio. Te voy a contar : la autoreflexividad, es una capacidad que todos reconocemos muy fácilmente en nosotros mismos. Se trata de la capacidad de reflexionar acerca de lo que uno es, de lo que piensa, lo que le pasa, lo que siente...

V : Ah, reflexionar acerca de sí mismo!. ¿Es la autoreflexividad la que me permite, por ejemplo, pensar acerca de lo que acabo de pensar?

P : ¡Exactamente !. Gracias a esa capacidad nosotros podemos introducir modificaciones significativas en nuestra conducta, corregir lo que no nos gusta de nuestra manera de pensar o de actuar.

V : Espera un poco, papá.. Cuando uno reflexiona acerca de sus acciones también esta haciendo uso de su capacidad de autoreflexividad ?

P : Claro, y eso es fundamental. Gracias a esa capacidad podemos corregir, cambiar, planear mejor acciones futuras, podemos caer en cuenta de los errores, valorar las cosas buenas. La autoreflexividad permite el crecimiento personal, permite la autonomía...

V : Papá ! .

P : Qué pasa, hija ?

V : Volviste a meter otra palabra rara. Y creí que tu autoreflexividad te permitiría corregir la costumbre de decir las cosas de un modo enredado, usando siempre palabras raras.

P : Mira, Valentina AUTONOMIA no es una palabra rara, sólo es una cualidad escasa.

V : Que quieres decir ?

P : Que no hemos cultivado suficientemente la autonomía, que la autonomía escasea en estos tiempos y dios sabe cuanta falta nos hace !

V : No entiendo, explícame papá.

P : Mira, Valentina. La Autonomía es la capacidad de decidir por mi mismo lo que debo hacer. Yo soy autónomo cuando, haciendo uso de la autoreflexividad, examino las opciones, analizo los diferentes caminos que puedo tomar, sopeso las consecuencias de mis actos; y luego de ese examen, haciendo uso de mi libertad, opto por seguir un curso de acción: decido.

V : Ah!. ¿La autonomía es entonces lo que me permite decidir libremente de acuerdo a mis convicciones. ?

P : Exactamente. No se trata de decidir sólo de acuerdo a mi conveniencia personal, porque no siempre lo que me conviene a mi es lo justo para los demás; se trata de decidir de acuerdo a mis principios, a mis valores, a las cosas que yo considero valiosas y que me gustaría que los demás también respetaran. Gracias a la autonomía, yo puedo darme cuenta de que, aunque la mayoría no piense como yo, si actúo a conciencia, la mejor acción es la que, en el marco del respeto por los demás, respeta mis propios valores...

V : Papá.....¿viste la cara del interlocutor que nos lee en este momento en la pantalla de su computador?

P : No, estaba concentrado diciéndote todas estas cosas, ¿que cara hizo ?.
V : No sé papá...Pero creo que él ni yo entendimos todo lo que querías decir. De todos modos parece un asunto importante.

P : Si, es algo de la máxima importancia. Te lo voy a explicar más claramente. Te decía, Valentina, que la autonomía es la capacidad de discernir, de acuerdo con mis convicciones y creencias, lo que mejor conviene realizar en un momento dado.

V : A ver si entiendo, papá.........Lo que quieres decir es que cuando soy autónoma, yo estoy en capacidad de escoger, de optar, pero además soy capaz de ofrecer argumentos para justificar o aclarar los motivos o las razones que están detrás de mi actuar, y sobre todo, soy autónoma cuando asumo las consecuencias de mis acciones. Papá, ¿puedo poner un ejemplo ?. A ver…
Cuando decido no ir a la cama temprano, pero me hago responsable de levantarme a la mañana siguiente rápido, sin hacer pataleta y dispuesta a hacer las cosas de la mejor manera aunque esté un poco cansada, estoy siendo autónoma. Porque estoy tomando una decisión no sólo por capricho, sino dándome cuenta de las consecuencias de no acostarme temprano, es decir, conciente de que aunque este adormilada por la mañana, y quizás más cansada, mi responsabilidad me lleva a no hacer pataleta, a levantarme rápido y a rendir en el colegio como siempre......

P : Si, muy bien : autónomo es alguien que es capaz de hacerse responsable de sus actos...y de las consecuencias de sus actos..............es alguien que no culpa a los otros de sus acciones...

V : Papá, ¿es difícil ser autónomo ?

P : ¿Porqué lo preguntas ?

V : Porque hace un rato decías que era una cualidad escasa. ¿Será porque es difícil?

P : Mira, Valentina, en ocasiones puede llegar a ser difícil ser autónomo. Piensa por ejemplo, en lo difícil que resulta a veces no hacer las cosas que hace la mayoría. A veces ¿no te resulta difícil pensar por ti misma ?, es decir, ¿no haz sentido que a veces resulta tentador no pensar por uno mismo y dejarse arrastrar por lo que digan los demás ?

V : Si, a veces siento eso, a veces me da miedo oponerme, a veces siento que si no hago lo que hacen todos voy a ser rechazada, me da miedo que se burlen de mi o que por no hacer lo que hacen todos me quede sin amigos...

P : Mira Valentina. Yo creo que todos hemos sentido alguna vez algo parecido. Todos hemos sentido que ser nosotros mismos, pensar conforme a lo que uno realmente cree y desea y no seguir la corriente, es difícil.

V: Sí, papá...........lo peor es que a veces uno se deja llevar por los demás y termina haciendo cosas que verdaderamente uno no quería hacer o cosas sobre las cuales uno no esta realmente convencido. ¿Sabes ? Cuando eso pasa me siento mal...

P : Hija, pensemos juntos esto. ¿Que es lo que te hace sentir mal ?

V : No se, tal vez, la sensación de que no estoy siendo fiel a mi misma, que soy una veleta de las circunstancias, que simplemente me dejo arrastrar por los demás............

(P A U S A)

V : ¿Papá ?... ¿Que es un líder ?

P : ¿Porqué lo preguntas? ¿En qué estas pensando?

V : Pensaba en lo que decíamos, en eso de dejarse arrastar por los demás. No se, a veces uno oye por ahí que el líder es alguien que tiene la capacidad de arrastar a los demás para que hagan lo que él quiere…

P : ¿Eso haz oído ?

V : Uf, muchas veces, por eso te lo pregunto. Porque aunque hemos dicho que las personas deben ser autónomas, uno oye que el líder es precisamente el que tiene la capacidad de arrastrar a los demás hasta hacer que todos hagan lo que él quiere. Mejor dicho, papá, no entiendo!. Ahí hay un enredo...

P : Vayamos por partes, hija. Un líder es alguien que es capaz de guiar su existencia con otros, el que es capaz de encontrar con los demás y para todos, un lugar común, unos objetivos que satisfagan a la mayoría. Es alguien que tiene la sensibilidad para encontrar lo que mejor conviene a su comunidad. No es el que impone su voluntad, es el que encauza los intereses de todos.

V : Pero entonces ¿no es el que todos los demás siguen?

P : No ese tipo de líder puede llegar a ser peligroso para la democracia. Porque las personas, como ya dijimos, deben ser autónomas, deben pensar por si mismas, decidir por si mismas. Si esto es así, el papel del líder no es simplemente arrastrar a los demás, es alguien que en el encuentro con los otros recibe el encargo de asumir la vocería de los demás. Por eso es alguien que debe tener algunas cualidades especiales; por ejemplo, debe saber escuchar...y escuchar es difícil. Aunque todos tenemos orejas a lado y lado de la cabeza no todos sabemos escuchar. Hagamos un experimento: quedémonos quietos de forma que no produzcamos el más mínimo sonido. Tratemos de no pensar en nada. Sólo escuchen...Escuchen. ( )
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V : Papá...es imposible...se oyen ruidos...siempre hay ruidos ! !...

P : Si, pero observa lo siguiente. Si uno realmente escuchara se daría cuenta que lo primero a lo que hay que atender es a los ruidos de la propia mente. La mente, dicen los orientales, hace mucho ruido. Date cuenta de que aunque uno quiera no pensar en nada piensa en cosas: en lo que ve, en lo que va a pasar más tarde, en lo que pasó ayer, en ciertas sensaciones, como el roce del vestido en la pierna. Mejor dicho, en mil cosas...

V : Sí, papá, tienes razón, mientras dijiste que escucháramos y no pensáramos en nada.....yo pensé mil cosas. Lo que no entiendo es qué relación hay entre la pregunta por los líderes y el hecho de que nuestra mente no se calle por dentro…

P: Hay una relación fundamental......pero no se ve a simple vista. Porque quien no se sabe escuchar a si mismo, es decir, quien no ejerce su capacidad de autoreflexividad, quien no piensa acerca de lo que hace y quien no se da cuenta de las consecuencias de sus acciones...no puede escuchar bien a los demás!.

V : ¿Que quieres decir ?

P : Quiero decir que un buen líder es alguien que está acostumbrado a escucharse de verdad a si mismo, alguien capaz de reconocer la importancia de escuchar a los otros, alguien que trata de entender, de llegar a acuerdos, alguien que piensa en el bien de todos...

V : Papá...........eso de los líderes me preocupa...

P : ¿Por que hija ?

V : Porque creo que estamos confundidos. Elegimos presidentes, senadores, congresistas, alcaldes, y en el colegio también escogemos representante de curso y representante de los estudiantes…pero creo que no siempre lo hacemos bien. Creo que no somos conscientes de la responsabilidad que hay detrás de escoger a quien nos representa.

P : Hija, me sorprendes de nuevo ! Y otra vez estoy de acuerdo contigo : muchas veces no sabemos escoger a las personas que nos van a representar. Por buscar personas capaces de arrastrar a los demás, terminamos escogiendo personas autoritarias que creen que se las saben todas y que no son concientes de la responsabilidad que tienen para con los que los han elegido; piensan que lo que ellos creen es lo único que vale.

V : Papá, sabes que ?

P : Uhmm

V : Siento que estoy aprendiendo mucho. Me gustaría compartir esta discusión con otras personas, me encantaría que pudiéramos reunirnos a conversar sobre todas estas cosas. Papa!, para entrenarme para cuando más tarde nos reunamos con otros compañeros a conversar de estas cosas, ¿me dejas contarte lo que he aprendido?. A ver, ¿por donde empiezo ?. He aprendido que debemos reflexionar acerca de nuestros actos porque esto le permite a uno darse cuenta de las razones de sus acciones, es decir, permite que uno pueda justificar y argumentar porqué hizo determinada acción. He aprendido también que esa cualidad se llama autoreflexividad. He aprendido que si uno hace uso de esa cualidad puede ser autónomo, es decir, puede ser capaz de actuar motivado por sus propias convicciones, por sus valores Y, también que es importante, muy importante, hacerse responsable de las acciones, porque quien se hace responsable de sus acciones y escucha a los demás y cuida que los demás sean autónomos, tengan autoreflexividad y se hagan responsables de sus acciones, puede ser un verdadero líder.

P : Es un buen resumen. Creo que has captado lo fundamental de nuestra conversación..

V : ¿Pero no dijiste que esto era un blog para conversar con otros?

P: Sí, pero es que que precisamente estoy pensando que este espacio tiene sentido sólo para recordar algunas cosas que quizás por obvias olvidamos siempre.

V : ¿Como qué papá ?.

P : Como el hecho de que necesitamos trabajar juntos, porque para crear el ambiente propicio para que muchas personas lleguen a ser verdaderos líderes de su curso, su colegio, su barrio, su municipio, tenemos que ponernos a conversar. Escucha esto con atención : la conversación, la verdadera conversación implicativa, es la base de todas las cosas importantes de la vida humana.

V : Papá. ¿No estás exagerando ?.

P : De ninguna manera : la conversación, el diálogo verdadero, es el terreno fértil sobre el que se cimienta la aventura de la vida humana. Piensa en esto, piensa en lo que es un Colegio. No es el edificio, no son los laboratorios, no son los patios de recreo, ni las salas de cómputo, ni siquiera los salones de clase. Un colegio es una compleja red de conversaciones que van y vienen en todas las direcciones, es una malla en donde se teje el conocimiento y la amistad, donde se construye una nueva nación, un lugar desde donde podemos imaginar una Colombia nueva. Pero ojo, Valentina, no sólo conversamos con las personas de carne y hueso con que nos encontramos todos los días, conversamos con miles de personas que dejaron su huella en el conocimiento, conversamos con ellas por medio de los libros y del conocimiento acumulado por cada una de las disciplinas (la historia, la matemática, los idiomas, la religión). Es un encuentro afectante con otros que ya no están pero que siguen presentes para nosotros y nos ayudan a estructurar nuestra experiencia.

V : Papá, nunca imaginé que conversar pudiera llegar a ser tan importante.

P : Hija. ¿Haz oído alguna vez que orar es conversar con dios ?. Muchas religiones coinciden en que hay algo sagrado en el encuentro verdadero entre dos o más personas. Un verdadero encuentro, un encuentro en el que sinceramente estoy dispuesto a dejarme persuadir por los argumentos del otro, donde sostengo mi posición sin abusar de mi poder, donde quiero comprender la posición y los argumentos del otro, es el motor de lo social. Igual pasa con el amor, que se alimenta de largas conversaciones que terminan diseñando un proyecto de vida común. Así se alimenta también la amistad, la vida familiar. Todo lo que nos sostiene depende de nuestra capacidad de conversar; pero de conversar en serio, es decir, respetando al otro, exigiendo respeto de ese otro y dándonos la oportunidad de abrirnos a su influencia. La conversación, por si fuera poco, es la base de la democracia.

V : ¿También de la democracia ?

P : Si fíjate en esto. La democracia es participación. Y la participación requiere que nos impliquemos en los asuntos de la comunidad. Piensa en esto, hija : ¿Como sabemos cuales son los asuntos de la comunidad ?. Pues conversando, llegando a acuerdos, construyendo consensos; y dándonos cuenta que esos consensos y esos acuerdos son acuerdos y consensos que se pueden ir mejorando y ajustando según las necesidades. La ventaja de una democracia es que siempre es un proyecto inacabado, se hace todos los días, participando en la reformulación de los acuerdos previos hasta que satisfagan, en lo posible, a todos. Por esto, hija, la democracia, la educación, las relaciones de amistad o de amor son siempre y necesariamente proyectos inacabados, son proyectos siempre por hacer. Son inventos del hombre para re-invertarse incesantemente.

P: ¿Y porqué pones esa carita?, ¿pasa algo?

V : Nada papá, mejor dicho, sí. Es algo acerca del liderazgo, me preguntaba si tu crees que yo puedo ser un buen líder?

P : Si, y para contestar esa pregunta voy a ponerte un ejemplo sencillo. Recuerda que la gran maestra es la Naturaleza…

V : ¿Como así Papá ?

P : Si, la mejor lección acerca del liderazgo esta literalmente al alcance de la mano.

V : Sigo sin entender.

P : Mírate la mano: es todo un compendio de sabiduría evolutiva. Mírala con cuidado, es una maravilla, tiene un diseño perfecto y, además, contiene una lección inolvidable sobre el liderazgo. Observa tu mano: ¿cuál de los dedos dirías tu que es el líder?. Reflexiona un poco… Quizás pensemos que se trata del pulgar porque es gordo y fuerte, o porque al ser oponible nos permite agarrar cosas. Otros pueden pensar que se trata del índice, por ser el que nos sirve para señalar, es el que nos indica el camino. Parece un buen candidato a ser el gran líder. Otras quizás piensen que se trata del dedo medio por ser el más grandote y estar en el medio de la mano o porque es tan importante que se le llama “dedo del corazón” e integra todas las funciones de la mano. O quizás es el anular? ¿O quizás el pequeñito meñique?...Date cuenta que con ese modo de analizar las cosas no llegamos a ninguna parte. La mano nos muestra la insuficiencia de ese modo de hablar del liderazgo, la insuficiencia de ese modo de ver las cosas. No hay “un” líder, hay diversos roles y cada uno, a su modo, cumple su función a la perfección. En circunstancias diferentes que exigen respuestas diferentes, cada uno de ellos es perfecto y eficiente. Lo más interesante es que en casi todas las funciones de la mano los dedos pueden ejercer sus papeles protagónicos precisamente gracias a la relación con los demás dedos..La mano nos enseña que el liderazgo es una cualidad relacional. Todos tenemos un papel que cumplir, todos y cada uno de los seres humanos poseemos talento para algo. Y todos, si aprendemos a cultivar el arte de conversar, de llegar a acuerdos, de escuchar al otro de verdad, de respetar su posición y argumentar sin utilizar el poder y la fuerza, nos convertiremos en unos verdaderos y auténticos líderes. Cada cual desde su lugar, aguardando la circunstancia en donde sus cualidades personales brillen con luz propia

V : Papá, sabes ?. Creo que por hoy es suficiente, me haz dejado muy inquieta. Creo que todos aquí podemos sentarnos ahora a conversar acerca de la importancia de las buenas conversaciones. ¿Papá ?...Sabes qué? Esto no es nuevo. Ahora me doy cuenta que había leído cosas muy parecidas, pero sólo hasta ahora, después de hablar contigo consigo conectar las cosas.

P : Eso es muy importante, tienes razón, la verdadera inteligencia que debemos cultivar para relacionarnos mejor entre todos y lograr no sólo tener conocimientos sino a aspirar a algo de la sabiduría del universo es cultivar un pensamiento relacional y cultivar relaciones interpersonales que permitan que uno crezca con el otro.

V : ¿Cómo dices, papá ? ¿Pensamiento que ?

P : Hija, pensamiento relacional...Te lo voy a explicar de esta manera : cuando tu tocas una superficie con tu dedo, un hielo, por ejemplo, que sientes ?

V : Papá, ¡pues que está frío !.

P : De acuerdo. El problema es que nos han enseñado a pensar que la frialdad es una propiedad del hielo, olvidando que la frialdad es una propiedad relacional, es decir, que se percibe como fría en relación con la temperatura de mi dedo. La frialdad, por tanto, no es del hielo, sino un producto de la relación entre mi dedo y el hielo.

V : Papá, es una idea maravillosa ! Y tiene implicaciones importantes para todo lo del liderazgo...

P : Por supuesto. Piensa en alguna...

V : A ver papá, por ejemplo que no se pueden fabricar líderes, porque el liderazgo no es un atributo de una persona. Es una cualidad de una relación que implica al líder y a su comunidad. Mejor dicho, es lo mismo que mi dedo y el hielo. No hay líder sin grupo, no hay líder sin comunidad. Lo que tenemos que hacer para fortalecer el liderazgo no es aislar ciertas cualidades y buscarlas en las personas individuales, sino tratar de construir espacios relacionales que hagan posible el surgimiento de relaciones de liderazgo.

P : Muy bien, hija, creo que nos estamos entendiendo. Fíjate en una última cosa, nuestra conversación se convirtió en una forma de investigar, de aprender…

V : ¿Quieres decir que lo que me has enseñado no los sabias antes de esta conversación ?

P : No sabía que las sabía. La conversación permite que las preguntas, las sugerencias, las dudas del interlocutor hagan que uno se de cuenta que sabe siempre más de lo que cree saber, que tiene mucho que aportar a los demás y claro, también que a veces uno se equivoca acerca de sí mismo y resulta que no sabía tanto como suponía.

V : Y en este caso?

P : En este caso, hija, se trata de estar abierto, porque cualquiera puede ser un gran maestro en el momento propicio. En todo caso, gracias por estar en EL OIDO QUE SEREMOS y permitirme decirte que el único camino legítimo que yo encuentro para la enseñanza en todos los niveles, es construir un escenario de encuentro donde todas las partes sean valoradas, aceptadas y reconocidas. Porque si eso no está, se trata de autoritarismo, de la imposición del más fuerte, es otra vez regresar a la barbarie.

V : Papá.......gracias, voy a tratar de ponerlo en práctica...........

P : Yo también hija, ese es el reto, porque si no, esto no es más que palabra muerta, palabrería para matar el tiempo…

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